Aprender cómo mejorar el rendimiento, el trabajo en equipo y otra serie de valores a través de actividades, juegos y experiencias comunes. Esta podría ser una primera forma de ver el Team Building.
No obstante, es algo más. Es sobre todo una actividad de aprendizaje a través de la cual podemos ver cómo es la interacción entre los miembros de nuestro equipo, de cara a descubrir sus puntos débiles y sus fortalezas, de modo que podamos solucionar las primeras y optimizar las segundas. En definitiva, convertir el grupo de trabajo en un equipo altamente eficaz.
Estas actividades que parecen de lo más sencillas nos aportan unos datos realmente significativos gracias a un tratamiento adecuado de la información obtenida. Esto es así hasta tal punto que hoy por hoy, se ha convertido en una de las principales formas de tratar la resolución de conflictos o la mejora de equipos de trabajo, así como la fidelización y la motivación.
El equipo interacciona, trabaja por un objetivo común, se comunican, se apoyan… Se transforman las habituales relaciones, rompiendo los bloqueos de comunicación que pueda haber en un entorno da trabajo, sustituyéndolas por otras relaciones más fuertes y duraderas que costaría más alcanzar en el día a día laboral.
Nivel gerencial y directivo.
Los resultados obtenidos de forma relajada y lúdica a través de las actividades se trasladan y aplican al trabajo, mejorando no sólo el ambiente en el mismo, sino también la motivación y el rendimiento del equipo.