En la actualidad, las empresas exigen cada vez más multi funcionabilidad en sus empleados. En base a este reto, las funciones de un comprador y un planeador se han fusionado, logrando así una nueva posición con muchas ventajas, empezando por evitar problemas de comunicación, hasta tener un mejor control de los proveedores, los inventarios y de la producción. Esto obviamente se traducirá en un mejor control de dinero.